Es originario de la región montañesa del Cáucaso. Lo cierto es que a diferencia del tradicional yogur que posee de 3 a 4 bacterias, éste contiene hasta 7 bacilos (entre los que destacan el sachromyces kephir, el lactobacillus bulgaricus y el leuconostoc caucasiano) de elevado beneficio en la alimentación humana.
Entre las propiedades del kéfir hay que mencionar que permite regular el sistema digestivo y restablece la flora intestinal perjudicada por el consumo de comidas ricas en grasas, por el uso de antibióticos u otros tratamientos agresivos a dichos órganos.
Nutricionistas y médicos afirman que es la forma más sana de consumir leche, a diferencia del yogur elaborado industrialmente o del realizado de forma casera, los cuales necesitan una previa esterilización. Aquí se aprovechan todos los beneficios del alimento.
- Receta:
Se debe colocar la leche a temperatura ambiente en la vasija y añadir los fermentos. Se deja reposar cerrado herméticamente, a elección: o un día, o 36 horas a temperatura ambiente.
El tiempo decidirá lo que se busque, porque si se elige una duración corta puede tener un efecto laxante, y si se decide conservarlo durante más tiempo resultará un producto astringente.
Luego se cuelan los nódulos y se vuelven a incorporar a la leche. Si no se va a consumir durante algunas semanas, conservar en la nevera. Y recordar que caducan en 28 días.
Una vez hecho esto, se disfrutará de un preparado casero más saludable que el yogurt.
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